En primer lugar agradeció a las personas que estuvieron a
pleno sol para poder entrar los primeros y de esta forma hacerse con los
mejores sitios en la plaza.
El concierto aunque corto (hora y cuarto), valió mucho la
pena, la intensidad en los bailes, la puesta en escena de cada canción, la
conexión en todo momento con el público y las veces que dio las gracias al
respetable la hacen cada día más una artista sencilla, poco arrogante y con los
pies en el suelo. Eso sí, Rosalía con
sólo dos discos en su haber, el primero (Los Ángeles) basado totalmente en el
flamenco y con este segundo (El mal querer) sin olvidar esas raíces de su
antecesor trabajo la catapultan a ser una de las grandes estrellas, ya no sólo
en este país sino en el panorama internacional; y es que las propias divas
internacionales como todos sabemos muestran su simpatía por la catalana
prácticamente a diario a través de las redes sociales.
Tres pantallas gigantes sirvieron para que los más alejados
al escenario no se perdieran el más mínimo detalle de cada movimiento de la
protagonista. Vídeos, colores, plataforma central y animaciones hacían que la
recreación del espectáculo nocturno fuera más atractiva aun.
El show llevaba una hora cuando empezaba a sonar “Malamente”
y con esta canción se sabía que el concierto iba a finalizar en breve. Tras la
marcha de todos los componentes la barcelonesa salió nuevamente a escena tras
ser aclamada por los allí presentes.
Y con “Volver” a capela se ponía el broche final a una velada estupenda en cuanto a
organización, seguridad, atención, sonido, etc. El set list del concierto es
prácticamente el mismo que viene tocando en esta gira:
19. VOLVER (Carlos Gardel cover)
En contra de ella nos encontraremos siempre a personas que
hablan con sabiduría que “el flamenco no es eso.., eso, es otra cosa…”
La verdad es que no sabría encasillar el
estilo que tiene y esto mismo es lo que la hace ser lo que es. Y es que en la
plaza había desde niños pequeños, adolescentes, adultos y hasta personas
mayores: ¿quién es Rosalía para atraer a tanta diversidad de edades y de
dispares gustos musicales? Esta propia pregunta facilita la propia y evidente
respuesta. Es genuina y enriquece con su mezcla a la música y te llega a tocar
aunque seas más aficionado a otros ritmos o melodías.
Esto a mi entender es lo que al público que la sigue le
atrae aparte de plasmarlo en sus actuaciones, vídeos y entrevistas. Esa voz
vertical y esa cara aterciopelada de niña se queda rápidamente ubicada en el
subconsciente de cada uno de nosotros y la identificamos al instante en cuanto
suena en los programas de “radiofórmulas”. Todos estos ingredientes son los que
la hacen ser más grande, por supuesto acompañada de grandes voces, grandes músicos
(Raul Refree en el primer LP y ahora con El Guincho), colaboraciones para ser
lo que está siendo: única.
Su voz y la manera de cantar no se programa con anterioridad
para venderse por mucha prensa que se le dé, ni por tanta gente que se encargue
en convertirla en un producto comercial. Se tiene o no se tiene.
El dineral invertido en traer a Rosalía ha sido un regalo
para sus fans.
Se ha criticado en todas las versiones dicho acto desde que
se conocieron los números, pero miramos para otro lado o ni siquiera
preguntamos por otros casos y tramas que hay todavía abiertas.
La inversión realizada se recordará o ya se está recordando
porque el caché de Rosalía sube a cada minuto que pasa. De hecho a fecha de hoy
ya ha subido considerablemente con respecto a la fecha en la que se cerró el acuerdo.
Quizás pasarán años y años para volver a poder disfrutar con un espectáculo
como el que nos deleitó Rosalía esta noche pasada. Quizás sea entonces
cuando rememoremos que Rosalía también
estuvo en Córdoba cuando estaba empezando a ser lo que inevitablemente será
sino lo es ya.
A todo ello cabe recordar que el concierto fue gratuito como
todos sabemos. ¿Quién da más?.